Entrevista a Pablo Rebolledo

Pablo Rebolledo
Pablo Rebolledo, Director Carrera Administración en Ecoturismo Universidad Andrés Bello:
“La importancia de una cultura de montaña radica en la inclusión de todas las personas”

 

Instructor de la Escuela Nacional de Montaña, participó en la creación de las Normas Nacionales de Calidad Turística y trabajó en la Subsecretaría de Turismo a cargo de la línea de experiencia de turismo de naturaleza y en Áreas Protegidas para el ámbito de montaña. Para Pablo Rebolledo, quien hoy es Director de la Carrera de Administración en Ecoturismo de la Universidad Andrés Bello, es trascendental comenzar a construir una cultura de montaña en Chile. Sostiene que se trata de educar a las personas para que comprendan los ecosistemas, sus dinámicas, la necesidad de protegerlos, a través de un nuevo contrato con la naturaleza, construido desde una ciudadanía consciente.

 

Desde tu experiencia como instructor de la Escuela Nacional de Montaña ¿Cuáles son los componentes fundamentales cuando hablamos de Cultura de Montaña en Chile?

Creo que lo central es el concepto de respeto, entender el espacio donde estamos, que somos las personas las invitadas a disfrutar y comportarnos de manera adecuada en un lugar. El respeto incluye la consideración por las culturas locales y otros visitantes, por la biodiversidad y naturaleza del lugar y por la serie de factores de riesgo a los que no estamos acostumbrados en la ciudad, es decir, lo esencial para construir cultura de montaña es cuidar el entorno y cuidarnos nosotros.

 

Considerando que participaste en la creación de las normas nacionales de calidad turística para elámbito de montaña ¿Existe una Cultura de Montaña en Chile?

Estamos muy lejos de ello, vemos cómo la gente lleva su comportamiento urbano diario a los espacios naturales, tirando basura, llevando a sus mascotas, alimentando a la fauna, llevándose flores y piezas arqueológicas de recuerdo, tocando la bocina. He visto cómo ha crecido el uso de los espacios montañosos en los últimos 15 años, disparándose la cantidad de gente que llega a este lugar y se comporta como si «alguien», «un otro» debe hacerse cargo, por ejemplo de su basura.

De la misma forma, personas que no entienden los riesgos del lugar, vemos gente con polera sin manga haciendo trekking, niños y niñas escalando sin casco, personas que van a jugar a la nieve sin saber conducir en esas condiciones y otros, que me hace pensar que nos falta cultura, como población general y a nivel de políticas públicas mucho más.

 

¿Cuál es la relevancia de construir y/o desarrollar una Cultura de Montaña? Considerando aspectos sociales, culturales, históricos y económicos.

Que las personas conozcan y entiendan los ecosistemas y nuestra necesidad de protegerlos nos llevaría a un comportamiento más adecuado en estos espacios, a nivel ambiental y de seguridad, así como, nos haría exigir a nuestras autoridades el cuidado real de la montaña. Pensando en el mediano y largo plazo, no en los ingresos a costa de nuestros recursos.

El ecoturismo, por ejemplo, es una forma de producción que responde a sociedades con un grado diferente de desarrollo; que requiere de cambios que debemos hacer para poder ir a la montaña en 5 años más y encontrarnos un río o un glaciar y no una central o faena minera.

Un nuevo contrato con la naturaleza, construido desde una ciudadanía consciente, permitiría cambiar esta relación, la importancia de una cultura de montaña en chile radica en la inclusión de todas las personas, las que conocen y las que no conocen la montaña, para construir un sistema de protección adecuado para el futuro cercano.

 

Como parte del equipo técnico de DTS Consultores, que actualmente está elaborando la Hoja de Ruta para el Programa Transforma Montaña ¿Cómo podemos proyectarnos desde la RM considerando la iniciativa de transformar a Santiago en un destino de Turismo de Montaña?.

Esto es una decisión: ¿qué queremos ser? es una pregunta que, como sociedad, aún no hemos resuelto, estamos más centrados en el ¿qué queremos tener? Santiago cuenta con el potencial para ser un destino de turismo de montaña: esquí, aventura, rafting, caminatas, astronomía, contemplación, todo es posible en la cordillera de la Región, los recursos están.

Lamentablemente el turismo no es compatible con industrias extractivas, si no hay río, glaciares, agua, no hay turismo. Proyectarse significa planificar, tomar decisiones, re pensarnos; tenemos que tener un plan y éste no puede incluir la destrucción de nuestros recursos. Habiendo protegido a la naturaleza, la biodiversidad y la cultura local, entonces, podemos pensar en infraestructura y equipamiento, capital humano, social, marketing, experiencias y todo lo que se necesita para seguir construyendo un turismo sustentable. Para ello, todos los sectores tenemos que trabajar articulados, para instalar una cultura de montaña, con una hoja de ruta de por medio, no veo otra forma posible.

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